La Lucha contra los megaproyectos II

18.02.2014 10:00

Carlos Alberto Boga

 

El debate se instaló. Quizá no con la fraternidad y el respeto deseado, pero…algo es algo. El hecho es que a partir de la puesta en escena de la posibilidad de plebiscitar la enmienda constitucional que prohíba la minería metalífera a cielo abierto en Uruguay, surgieron debates que estaban ocultos. Por distintas razones, pero habíamos caído en una cierta incertidumbre de como seguir la pelea. Sobre las desconfianzas no me voy a expresar, tampoco sobre las posibles ‘’intencionalidades’’ buenas o malas. Lo real es que muchos compañeros militantes y no tanto, han salido a pronunciarse.

 

Y hay un hecho que no es menor, golpeando desde distintos ángulos, con distintas herramientas, con diferentes tácticas, se ha logrado frenar – temporalmente – la firma del contrato con Aratirí. En eso todos somos ‘’culpables’’, todos aportamos nuestro granito de arena, para que al gobierno no le sea tan fácil firmar ese ‘’escandaloso’’ contrato. Se postergó el 20 / 1 /2014, para el 7 / 2 /2014, y ahora…se vuelve a postergar. A las ‘’urgencias’’ de los capitalistas dentro y fuera del gobierno, les estamos poniendo ‘’piedras’’, y tienen que cambiar sus discursos todos los días, y tratar de mostrar caras ‘’nuevas’’ en la defensa de un contrato que es ‘’impugnado’’ por el pueblo y sus organizaciones sociales, por distintas vías. Positivo. Pero ojo!!, no es solo Aratirí el ‘’gran hermano’’, es todo el proyecto megaminero, con el puerto de aguas profundas, con la regasificadora, las pasteras, en definitiva estos ‘’nuevos’’ impulsos del ‘’renovado’’ neoliberalismo que llamamos megaproyectos.

 

NADA ES PARA SIEMPRE

 

Como dice el estribillo de una canción de Mihanovich. Ni las derrotas ni los triunfos de la clase trabajadora y los pueblos son para siempre. Sean por las vías que sean. Los pueblos pobres y explotados del mundo y América Latina, han experimentado varios triunfos y varias derrotas. Han apelado a todos los métodos de lucha. La lucha armada, insurreccional, movilizaciones, marchas, huelgas de hambre, en fin, todas las resistencias dentro y fuera de la legalidad burguesa. Pero lo único que garantiza el triunfo o la derrota, es la CORRELACION DE FUERZAS ENTRE EXPLOTADORES Y EXPLOTADOS. Nada ni nadie legitima o deslegitima nada, solo el pueblo organizado y consciente, legitimará o deslegitimará tal o cual ley, proyecto de país, etc,. ¿el IRPF está legitimado? ¿por quién?. ¿la ley de impunidad está legitimada? ¿por quién? Cuando avancemos en conciencia y lucha lo borraremos del mapa y ningún trabajador pagará ningún impuesto, que lo pague el capital. Y todos los torturadores y expropiadores irán presos. Correlación de fuerzas, nada mas.

 

Todos los mecanismos han sido válidos y a la vez inválidos, porque el resultado – tanto el efímero como el mas o menos permanente – ha quedado sujeto al avance ideológico-político de las clases explotadas. Muchas batallas se perdieron en la ‘’cancha’’ y en la ‘’liga’’, otras se perdieron en la ‘’liga’’ y se ganaron en la ‘’cancha’’, otras se ganaron en las dos. ¿Por qué? Porque el pueblo creció en organización y conciencia. Porque la correlación de fuerzas nos fue favorable. Porque recorrimos en un año lo que no hicimos en 20. Porque supimos entendernos, encontramos el ‘’ladrillo’’ y pegamos todos juntos. Y nos mantuvimos juntos construyendo luego de ‘’romper’’ el ladrillo.

 

DESTRUIR Y CONSTRUIR

 

Aparece claro que puede ser mas fácil destruir que construir. Aparece claro que podemos juntarnos para destruir pero nos es difícil unirnos para construir. Aparece claro una vieja contradicción impulsada por la clase dominante (la burguesía) que el individuo es mas importante y se coloca por encima del colectivo. El enemigo, - muy hábil para manejar esta contradicción – busca y encuentra ‘’la cabeza visible’’, para comprarla, cooptarla, o romperla. Y para nosotros, nos es difícil, sustituir esas ‘’cabezas visibles’’ individuales, para conformar colectivos capaces de hacer lo mismo o mejor. Pero a veces es mas grave, entramos en la ‘’trampa’’ del enemigo de clase, y acusamos, perseguimos, atacamos al individuo, sin observar si detrás de ese individuo hay organización. Como hemos dicho en otras oportunidades, el individuo aporta de acuerdo a su capacidad y el colectivo resuelve. A muchos les rechina el término ‘’dirigente’’, y nosotros pensamos que debemos aprender a elegir dirigentes y a – fundamentalmente – ‘’dirigir a los dirigentes’’. Colectivamente. Pero entendemos – sobre todo – que la lucha es ENTRE CLASES Y NO ENTRE PARTIDOS U ORGANIZACIONES SOCIALES. Los que piensan diferente y son de nuestra clase, no son – en principio – nuestros enemigos.

 

Es por ello que las luchas aquí y en el mundo, de los explotados contra el capitalismo se manifiesta de diferentes formas. Son procesos. Todos tienen sus tiempos. A veces caminamos a la velocidad del mas lento (cuando la correlación es desfavorable) y a veces a la del mas rápido cuando las masas están en pie de lucha y enfrentamiento. Son procesos. A veces lentos. Pero entendemos que las ‘’urgencias’’ muchas veces tienen connotaciones ideológicas. Es decir, generalmente, la urgencia por librar una batalla, - que el pueblo en su mayoría no está en conocimiento – no solamente nos ‘’aleja’’ del pueblo, sino que es una ideología pequeñoburguesa cortoplacista.

 

Hace miles de años que los pobres luchamos, perdemos, ganamos alguna batalla circunstancial, y volvemos a perder. No tenemos apuro. Son procesos en los que tratamos de influir. Activamente. Y entender que la clase trabajadora es intrínsicamente REVOLUCIONARIA. Solo falta que como clase explotada lo descubramos.

 

Es por ello que reiteramos: todos los métodos de lucha son válidos, todos, por eso apoyamos el plebiscito. Sin negarnos a ninguna otra alternativa de lucha posible, que el pueblo acompañe, la tome en sus manos y vaya hasta donde las fuerzas alcancen. Nadie sale a pelear si no sabe por que. Nadie sale a tomar opciones si ven organizaciones enfrentadas, cuando, aparentemente tenemos el mismo objetivo. FRENAR LA MEGAMINERIA Y LOS MEGAPROYECTOS. Lo otro lo que vendrá después del triunfo o la derrota, será otro análisis. Y como seguimos, también. No nos ‘’apedremos el rancho’’, flaco favor hacemos a quienes desconocen o están confundidos. ¿Qué hay intereses? Claro que los hay. ¿Qué hay protagonismos? Claro que los hay. ¿Quién no tiene intereses políticos, ideológicos, partidarios?. Tratemos que el ‘’eucalipto’’ no nos impida ver la megaforestación.